Pablo Torre, destacada promesa del fútbol, inició su cesión al Girona con obstáculos, siendo suplente al principio.
Sin embargo, la lesión de Yangel Herrera le brindó la oportunidad de titularidad, y el mediapunta cántabro ha demostrado su valía bajo la dirección de Míchel. Su rendimiento ha captado la atención en Barcelona, donde reconocen que su actuación puede generar recursos valiosos para el centro del campo en la próxima temporada.
A sus 20 años, Torre ha mostrado paciencia y determinación, convirtiéndose en un activo clave para el Girona y atrayendo el interés del FC Barcelona, que sigue de cerca su evolución en Montilivi.
LLDLT | Marisa Alcantar