Nahuel Molina ha comenzado a ser una pieza clave para el Atlético de Madrid tras un inicio de temporada complicado.
Diego Simeone enfrentó dificultades en el lateral derecho, probando varias opciones como Marcos Llorente, un jugador versátil que ha asumido múltiples roles en el equipo.
La llegada tardía de Molina al equipo y una temporada anterior algo irregular habían generado dudas, pero su reciente desempeño ha comenzado a despejarlas.
Durante el último enfrentamiento entre el Atlético y el PSG en el Parque de los Príncipes, Molina fue una de las estrellas, contribuyendo tanto en defensa como en ataque y anotando el gol del empate. Su actuación le valió el premio a jugador más valioso del partido, destacándose como un recurso esencial en la estrategia ofensiva de Simeone.
Con el Mundial de Clubes en el horizonte y la presión de competir en La Liga frente a equipos como el Real Madrid y el Barcelona, que mantienen un alto rendimiento, el rol de Molina en el equipo cobra aún mayor importancia.
Con Marcos Llorente en camino de volver, el Cholo deberá decidir si Molina sigue como titular o si Llorente ocupará el lateral, moviéndose Molina a un rol más ofensivo.