El FC Barcelona enfrenta un desafío económico crucial en su camino hacia la reconstrucción del equipo. Con la necesidad de recaudar fondos para realizar fichajes ambiciosos, el club catalán mira hacia su línea defensiva en busca de oportunidades de negocio.
La situación financiera del Barça sigue siendo delicada, y para poder impulsar el equipo con nuevos fichajes, es vital aumentar los ingresos. En este escenario, la venta de defensores emerge como una opción estratégica.
El plan de los culés para reforzar el equipo
Se espera que jugadores como Jules Koundé, Andreas Christensen e Iñigo Martínez, junto con los cedidos Eric García y Clément Lenglet, entren en el mercado de transferencias del club. Sin embargo, el desafío radica en convencer a estos jugadores de abandonar el Camp Nou, ya que muchos de ellos muestran una reticencia inicial a cambiar de aires.
El diario Sport informa que Ronald Araujo y Pau Cubarsí son los únicos considerados intocables, y el club confía en renovar sus contratos para asegurar su permanencia: “Los dos van a recibir ofertas de renovación para que les quede claro que el club confía en ellos para el futuro. Y, a partir de aquí, se valorarán ofertas que puedan llegar por los otros futbolistas”, indicó el diario.
La tarea de generar ingresos mediante la venta de estos defensores recae en Deco, el encargado de negociar las salidas. Se espera que las ofertas lleguen por los jugadores no esenciales para el proyecto a largo plazo del Barça. La estrategia pasa por sacrificar piezas para garantizar la supervivencia económica del club.
En definitiva, el FC Barcelona se enfrenta a un momento crucial en su historia, donde la reestructuración económica se vuelve fundamental para reconstruir un equipo competitivo. La defensa se convierte así en el centro de atención, no solo en el terreno de juego, sino también en el mercado de transferencias.
LLDLT | Marisa A.