El Betis se deja dos puntos ante el Rayo en un duelo de talento y frustración (1-1)

Fotografía: Fernando Vázquez

El Real Betis dejó escapar una nueva oportunidad de acercarse a los puestos europeos tras empatar en casa ante el Rayo Vallecano (1-1) en un partido vibrante, cargado de ritmo, talento y ocasiones, pero también de errores que impidieron a los de Pellegrini sumar los tres puntos. El Villamarín vivió un duelo de ida y vuelta, con fases de dominio alterno, en el que los verdiblancos mostraron momentos de brillantez con Isco y Lo Celso al mando, pero acabaron pagando caro un despiste defensivo que permitió a Isi empatar con un auténtico golazo.

El encuentro comenzó con un Betis protagonista, decidido a marcar el ritmo desde la posesión. Pellegrini apostó por juntar a Isco y Lo Celso en el centro del campo, y la conexión entre ambos encendió el juego ofensivo del equipo. El malagueño, hiperactivo en su regreso a la titularidad, aparecía por todas partes para organizar, asociarse y ofrecer líneas de pase, mientras que el argentino aportaba verticalidad y precisión en cada toque. Muy pronto, Vitor Roque probó los reflejos de Batalla tras una acción tejida por Isco, dejando claro que los béticos iban a por todas.

El Rayo, sin embargo, no se descompuso. Los de Íñigo Pérez esperaban su momento para golpear al contragolpe, aprovechando la velocidad de Álvaro García y las dudas defensivas verdiblancas. De hecho, el conjunto madrileño llegó a marcar tras una buena internada de Álvaro, pero el tanto fue anulado por fuera de juego de Embarba. Ese aviso sirvió al Betis para reaccionar, recuperar el control del juego y volver a pisar el área rival con peligro.

El premio llegó en el minuto 36, tras una gran combinación entre Isco, Vitor Roque y Sabaly que acabó con un penalti cometido sobre el delantero brasileño. El propio Isco tomó el balón con determinación, engañó a Batalla y celebró con rabia su gol en el día de su regreso al once inicial. El Villamarín rugió con el 1-0 y el Betis se marchó al descanso con buenas sensaciones y el encuentro encaminado.

Tras la reanudación, el Rayo cambió su guion y subió líneas. Esa presión más alta le dio resultado muy pronto. En una pérdida de Perraud cerca del área, Isi Palazón cazó el balón y, sin pensarlo, soltó un disparo potente y colocado desde fuera del área que se coló junto al poste. Era el 1-1 y un jarro de agua fría para el Betis, que volvía a verse obligado a remar.

A partir de ahí, el partido se convirtió en un intercambio constante de golpes. Abde lo intentó con su desequilibrio por la izquierda, Vitor Roque no cesaba en su pelea con los centrales y Lo Celso asumía la responsabilidad de filtrar pases al espacio. En una de esas acciones, el argentino dejó solo al brasileño, pero Batalla volvió a lucirse para mantener con vida al Rayo. Pellegrini movió el banquillo y dio entrada a Fornals para refrescar la medular, mientras Isco, exhausto, se marchaba ovacionado.

El tramo final fue un espectáculo de ida y vuelta. Lo Celso volvió a rozar la asistencia perfecta, esta vez para Juanmi, pero Batalla, inconmensurable toda la tarde, salió a tiempo para evitar el segundo gol verdiblanco. El Rayo también tuvo la suya en el descuento, cuando De Frutos perdonó el tanto de la victoria en un mano a mano ante Vieites.

El empate final dejó una sensación agridulce en Heliópolis. El Betis mostró una versión ambiciosa y creativa, con tramos de muy buen fútbol, pero sin la contundencia necesaria para cerrar los partidos. Isco volvió a dejar destellos de su talento, Lo Celso firmó uno de sus mejores encuentros del curso, pero la falta de acierto y un error aislado en defensa privaron a los verdiblancos de un triunfo que habría sido vital para acercarse a Europa. El Rayo, por su parte, se marchó satisfecho con un punto valioso en un estadio complicado, aunque consciente de que también tuvo opciones de llevarse más. El Betis sigue mirando hacia arriba, pero con la necesidad urgente de transformar sus buenas sensaciones en victorias. Porque, aunque el fútbol acompañe, los puntos siguen escapándose.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *