Con el mercado de fichajes ya cerrado, se puede intentar descifrar algunas claves y expectativas del Chelsea en la Premier League. A modo de previa de la temporada, esta guía se basará en indagar en cuatro aspectos importantes del club a la hora de afrontar uno de los torneos más vistosos del mundo del fútbol.
Contexto y objetivos
Con la llegada de Todd Boehly a la propiedad del Chelsea, el club ha pasado por un proceso difícil de transición, principalmente entre los directores técnicos. Ahora, con la inversión más grande de todo el mercado veraniego, el club intenta apostar por futbolistas jóvenes y un entrenador fijo.
El 12º puesto el curso pasado demostró inestabilidad total, pero la limpieza y reconstrucción de este verano llama a la confianza en el proyecto con nuevos nombres como caras protagónicas. La expectativa debe ser alta, porque a diferencia de todos sus rivales directos, el Chelsea no compite en Europa, así que sus focos deben centrarse al 100% en la liga.
Entrenador y modelo de juego
Mauricio Pochettino vuelve a la Premier League. Tras ser un histórico en Tottenham, el argentino irrumpe como el nuevo gestor de una plantilla particular. De Poch se puede esperar que actúe en razón de explotar cada pieza que tiene en su nómina, sobre todo, por la juventud de la mayoría de futbolistas que habitan en el cuadro blue.
El nuevo entrenador buscará dar frescura a este Chelsea, convertirlo en un equipo posesivo, agresivo y vertical. Entregarle las llaves de su funcionamiento a los más talentosos. Un equipo que, de momento, apunta a optar por defender en campo abierto y dominar al rival en sus fases con balón.
Pochettino ha dejado entrever que su sistema consolidado con este nuevo equipo será el 3-4-3, con un frente de ataque asimétrico y con sus carrileros proyectándose frecuentemente en ¾ de campo. En ese orden de ideas, sus ventana de transferencias ha ido orientada a su modelo de juego, así que, aunque muchos nombres necesitan activarse y potenciarse, Poch tendrá tarea gustosa con los suyos. De los mejores exprimiendo joyas.
Mercado de fichajes y plantilla
Fichajes: Moisés Caicedo (116M€), Roméo Lavia (62M€), Christopher Nkunku (60M€), Cole Palmer (47M€), Axel Disasi (45M€), Nicolas Jackson (37M€), Malo Gusto (30M€), Lesley Ugochukwu (27M€), Robert Sánchez (23M€), Đorđe Petrović (16M€), Deivid Washington (16M€), Ângelo Gabriel (15M€), Diego Moreira (libre).
Salidas: Kai Havertz (75M€), Mason Mount (64,2M€), Mateo Kovačić (29,1M€), Kalidou Koulibaly (23M€), Christian Pulisic (20M€), Édouard Mendy (18,5M€), Ruben Loftus-Cheek (16M€), Ethan Ampadu (8,1M€), Callum Hudson-Odoi (3,5M€), N’Golo Kanté (libre), César Azpilicueta (libre), Pierre-Emerick Aubameyang (libre), Tiemoué Bakayoko (libre), Abdul Rahman Baba (libre), Lewis Hall (cedido con opción a compra), Romelu Lukaku (cedido), Diego Moreira (cedido), Kepa Arrizabalaga (cedido), Hakim Ziyech (cedido), David Datro Fofana (cedido), Gabriel Slonina (cedido), Andrey Santos (cedido), Ângelo Gabriel (cedido).
El cambio es total, y en cuanto al mercado… es difícil de indagar. La idea es clara en cada línea, futbolistas jóvenes que se pueden adecuar a ideas de juego similares y tener vigencia de gran nivel durante varios años. El centro del campo ha visto, nada más y nada menos, el traspaso más caro de la historia de la Premier, y es que Moisés Caicedo cae en Stamford Bridge con toda la presión mediática posible sobre sí mismo.
Antonio Portillo: «Tras un mercado tan ajetreado como anticipado, el Chelsea sumó una pieza clave para su centro del campo. Y es que Moisés Caicedo era objeto de deseo para la mayoría de equipos de la planta noble de la Premier League. El Brighton, sabedor de esto, se protegió de la primera intentona de fichaje por parte del Arsenal en el mercado invernal. Tras una segunda parte de curso majestuosa, la pelea por hacerse con los servicios del ex-Independiente del Valle iba a ser cruenta. El Chelsea partía con ventaja, a pesar de las desavenencias con un Brighton siempre duro a la hora de negociar. La batalla se iba endureciendo y con el jugador en Londres desde finales de julio, parecía claro donde acabaría. La aparición del Liverpool, que había perdido todo su centro del campo tras el expolio de los equipos árabes hacía necesaria su contratación pero el ecuatoriano tenía la mente en azul. Ni siquiera la llamada de Jürgen Klopp le hizo cambiar de parecer y 116 millones de euros después, Caicedo era Blue.
Su adaptación no está siendo fácil aunque no es de extrañar en un equipo que ha incorporado 16 caras nuevas y que ha dejado salir a otras 25. El fichaje más caro de la historia de la Premier League llega para aportar su tesón, garra y trabajo incombustible. Uno de los líderes de la PL en tackles, intercepciones, progresión de balón, el desahogo perfecto para los jugadores más creativos del equipo, el escudero definitivo. El centro del campo Blue, con Enzo, Roméo Lavia y Caicedo gana en juventud y es un soplo de aire fresco.»
Por otro lado, la reconstrucción total tiene trasfondo. Sobre todo en el apartado ofensivo, este Chelsea ha buscado sanear problemáticas que arrastra desde hace años, orientando su mercado de esa manera.
Gonzalo Carol: «A finales de 2022, la nueva propiedad del Chelsea encabezada por Todd Boehly y Behdad Eghbali oficializó la incorporación de Paul Winstanley y Laurence Stewart como co-directores deportivos, y a Joe Shields como jefe de reclutamiento del club. Ambos 3 llegaron con un objetivo concreto: Revolucionar una plantilla que pedía a gritos una restructuración a fondo, resultado de una planificación previa convulsa y poco coherente.
Se había agotado un proceso que alcanzó su punto culminante de la mano de Thomas Tuchel al obtener el ansiado 2° título de Champions League en 2021; en donde jugadores del club como Mason Mount y fichajes como los de Kai Havertz, Christian Pulisic, Hakim Ziyech y Timo Werner se presentaron como futbolistas de presente y futuro en el conjunto de Stamford Bridge.
El Chelsea de Tuchel fue una máquina constituida a la velocidad de la luz, en donde la pizarra del ex PSG y BVB tuvo un impacto inmediato en la construcción de un equipo ultra competitivo, que exigía al máximo a los rivales a raíz de una estructura que les permitía ser un equipo camaleónico, capaz de presionar y defender tan bien a campo abierto como de hacerlo en área propia. Ese equipo además contaba con una reconocible salida de balón, apoyada en las figuras de especialistas en la materia como Thiago Silva, Rüdiger, Jorginho, Kovačić, Reece James, entre otros.
Este contexto permitió a los mencionados Mount, Havertz, Werner y Ziyech, gozar situaciones en donde sus intervenciones estaban enfocadas en la finalización de jugadas ya iniciadas, en donde las ventajas estaban al alcance de sus botas, fruto del trabajo realizado por el equipo en sí. Todos ellos tenían un papel fundamental como jugadores inteligentísimos a nivel posicional que complementaban como engranajes el funcionamiento de toda la maquinaria de Tuchel.
Una vez que el momentum de futbolistas rindiendo por encima de sus posibilidades como Mendy, Rüdiger o Jorginho, que las lesiones de jugadores claves como James, Chilwell, Kovačić y Kanté erosionaron el sistema, el equipo comenzó a exigir soluciones a sus atacantes en alturas donde eran incapaces de ofrecerlas. El relojito alemán cayó tan rápido como subió a la cima, la marcha de Tuchel y el paso de Graham Potter no hicieron más que subrayar una obviedad: El Chelsea no contaba con jugadores autosuficientes, creativos y eficaces.
Es ahí donde nos situamos en el presente. Desde la llegada de Winstanley, Stewart y Shields, el Chelsea no solo se deshizo por completo de aquel núcleo de jugadores, sino que la hoja de ruta estaba clara: Futbolistas jovenes, verticales, desequilibrantes y con capacidad para producir cifras. Para poner en contexto, Chelsea finalizó la temporada pasada en Premier League con tan solo 38 goles de 49,5 xG generados (Fbref) dato demoledor y contundente: Al Chelsea no solo le costó generar, sino también convertir.
Las llegadas de Nicolas Jackson (12 goles y 4 asistencias sobre 8xG y 3,3xA) Christopher Nkunku (47 goles y 36 asistencias sobre 45xG y 30xA en 4 temporadas), Cole Palmer (21 goles y 10 asistencias en 26 partidos en PL2), y la confianza de Pochettino depositada en Carney Chukwuemeka y un renovado Raheem Sterling, junto al desarrollo de Mykhaylo Mudryk y Noni Madueke, apuntan a un cambio radical en el Chelsea. El tiempo dirá si las apuestas de la flamante dirección deportiva blue cumplen con el objetivo».
En ese orden de ideas, Nico Jackson y Christopher Nkunku se llevan una atención significativa. El segundo, sobre todo. Nkunku es un clase mundial, capaz de materializar ocasiones de gol por talento puro; regateando en espacio reducido, olfateando donde finalizará la jugada, asociándose con sus compañeros o rompiendo al espacio a metros del área rival. El francés estará ausente por lesión durante un largo tiempo, el único ‘pero’ de su fichaje, pero es una estrella que aparece para sorprender a la Premier League.
En cuanto a jóvenes talentosos, Enzo Fernández es uno de los mejores centrocampistas del mundo y tiene un techo fabuloso. Pura aceleración, visión y precisión de pases en cualquier ámbito y zona de la cancha. Con un Caicedo que le dé alas y jugadores que arriba aprovechen su lectura, este es el año del argentino. Otra joya invaluable.
Y, casualmente, con lo que ha mostrado en el Euro Sub-21 y por condiciones ya vistas, Mykhaylo Mudryk sería un socio bueno de Enzo si este le tiene en izquierda rompiendo al espacio. Un fichaje que se ha apagado un poco, pero que, por cualidades y significado (de inversión/cartel), está llamado a sorprender, aunque Pochettino no parezca confiar mucho en él y su capacidad asociativa sea un punto débil de su perfil.
Pablo Carretero: «El fichaje de Mykhaylo Mudryk por el Chelsea fue uno de los que abrió la veda. Desde ese momento el club londinense ha gastado cantidades ingentes de dinero mayoritariamente en futbolistas jóvenes con un futuro prometedor. El ucraniano, que se salió en un Shakhtar desmantelado por la guerra, no encajó en Londres, pero un proyecto a la deriva, fichajes más propios del FIFA que de la vida real y cambios constantes de entrenador no parecían el mejor contexto para brillar.
Velocidad, regate y golpeo. Estas tres características son de las más preciadas en un extremo y también las que mejor definen a Mudryk. El ucraniano se desenvuelve por izquierda, a pierna cambiada, y ahí es un experto en generar ventajas a través de su desborde o buscando la profundidad a la espalda de su par. Cualquiera pensaría que en un proyecto con vistas a futuro y un entrenador como Mauricio Pochettino este perfil de futbolista sería una de las piezas angulares, pero nada más lejos de la realidad. Con los tres centrales, dos carrileros y dos mediocentros que son fijos para Pochettino, solo existen tres posiciones para los de arriba. Y de momento el argentino tiene claro que Jackson y Sterling son fijos y Chukwuemeka le ha ganado la partida a Mudryk tras la lesión de Nkunku.
Recuerdo la primera vez que vi a Mykhaylo. Fue en un encuentro de Champions en el Bernabéu y ya dejó en mí una impresión distinta. Por sus condiciones técnicas, pero sobre todo por el desparpajo que le caracterizaba. Encaró a Carvajal, le ganó la espalda, lo utilizó. Necesitó muy poco de sus compañeros para generar ocasiones de gol y una sensación en todo aquel que estaba viendo el encuentro que cuando la cogía el rubio pasaban cosas. Desde ese momento entendí que mejor rodeado sería un futbolista superior al que ya era, pero también que debía adaptarse. Saber mejor cuándo y donde aparecer, calmar ese ansia de protagonismo y adoptar con naturalidad y confianza un rol secundario.
Mi confianza la tiene desde hace tiempo, ahora es momento de convencer a Pochettino de que con él sobre el campo pueden pasar más cosas que con cualquier otro. El Chelsea será el equipo de Enzo, pero encontrar en el ucraniano un perfil importante y complementario puede hacer que el techo de los londinenses crezca varios peldaños».
Entre tanta materia de ataque, abajo los fichajes de Malo Gusto, Axel Disasi o Robert Sánchez pueden elevar el nivel del equipo en un contexto adecuado. No obstante, al lado de Thiago Silva, Levi Colwill es un futbolista abismal. A sus 20 años ya ha demostrado en Brighton y en la Euro Sub-21 que sus fortalezas son las de un central moderno en todos los aspectos. Claridad con balón, en largo y en corto, inteligencia estratosférica para defender a campo abierto y un juego aéreo sólido. Un seguro, que permite tomar riesgos con la línea defensiva alta y que aprenderá de un Thiago Silva que no ha dejado de ser uno de los mejores de la Premier League.
Once tipo
LLDLT | Alexis Guanchez