Como reportamos hace días, Tijjani Reijnders (24) es nuevo jugador del AC Milan, proveniente del AZ Alkmaar. A pesar de perder a Sandro Tonali en un traspaso que duele en San Siro, el fichaje de Reijnders es capital para la reconstrucción del club, y el neerlandés cuenta con el nivel necesario para aportar a los rossonero todo lo que su pizarra necesita.
Tijjani viene de un modelo de juego de estilo combinativo. Es un futbolista que reconoce con creces patrones de fase de inicio y que mapea constantemente su alrededor. Un centrocampista tan físico como cerebral, box-to-box excesivamente implicado en los primeros pases, cosa que este Milan necesita a causa de la ausencia de Bennacer por lesión la parte inicial de la temporada.
El posible rol del centrocampista de 24 años es una incógnita, pero se puede intuir que en principio de temporada será una pieza crucial para Stefano Pioli. Tijjani es el futbolista más sensible con balón para acercarlo a la base, junto a Bennacer, entre toda la medular en plantilla. En caso de que llegue Yunus Musah, como indican los rumores, sigue siendo así. Loftus-Cheek es un jugador mucho más productivo en zonas un poco más avanzadas y Krunić o Pobega son perfiles cuya mejor virtud no está destinada a labores de construcción de juego.
El conflicto de intereses: ¿Potenciar a Reijnders o aprovecharle en un rol más ‘limitado’ temporalmente?
Si bien el flamante fichaje podría ejercer su papel en la base, siendo el mediocentro inicial, también es evidente que su mejor versión está lejos de ser ahí. Reijnders potencia sus características con libertad, es decir, cuando tiene un protector detrás que no limite sus proyecciones en ataque, así como Jordy Clasie en AZ recientemente. Su despliegue físico le permite ser un omnipresente. Ahí es donde entra el dilema.
Reijnders es el mejor jugador para la base (mientras llega Bennacer), pero individualmente es conveniente otorgarle otras responsabilidades. De momento, Pioli puede priorizar su pizarra, pero Reijnders no es ningún jerarca defensivamente, así que la sensación es que Krunić sea una constante del once titular, a fin de proteger y recuperar o ser una variante protagónica en la defensa en bloque bajo, como ya vimos el pasado curso, y donde Tijjani no brilla, realmente.
El mejor Milan posible, con Bennacer recuperado
Para pensar en el mejor Milan hay que hacerlo con Ismaël Bennacer dentro del terreno de juego. Aunque el último año se le haya visto como volante ofensivo, eso ha sido un plan de contingencia ante la falta de creatividad en 3/4 y la necesidad de defender en bloque bajo y vivir de las transiciones ofensivas para competir.
Bennacer es un organizador total. Adentrándose en la zaga central para comandar posesiones y gestionar presiones rivales es donde se encuentra su tope de nivel. Un recurso top en esos aspectos. Es cierto que como mezzala es un gran futbolista, pero cerca de área propia es un fuera de serie, y en un club que proponga más y no le urja creatividad arriba gracias a los refuerzos, el argelino puede funcionar para potenciar a Reijnders, como ‘escudo’ y socio.
En el 4-2-3-1 de Pioli, con Reijnders en perfil diestro para apoyar la circulación ofreciéndose al lateral y teniendo libertades para el ida y vuelta constante, puede ser el once de gala potencial del cuadro italiano. Con Chukwueze delante y Leão en banda contraria, Tijjani tendrá compañeros sensacionales para lanzar transiciones tras recuperación y unirséles con su zancada. Un posible sueño para la afición y para su nueva incorporación, que sin muchos focos encima, confío en que sorprenderá a muchos.
LLDLT | Alexis Guanchez