Con el mercado de fichajes ya cerrado, se puede intentar descifrar algunas claves y expectativas del Newcastle United en la Premier League. A modo de previa de la temporada, esta guía se basará en indagar en cuatro aspectos importantes del club a la hora de afrontar uno de los torneos más vistosos del mundo del fútbol.
Contexto y objetivos
Desde la aparición de la propiedad saudí el Newcastle United ha gestionado de maravilla su dirección deportiva. Con nombres estimulantes y relaciones coherentes, el club ha creado un ecosistema fabuloso que ha entrado a la Champions League. Un proyecto que va a revoluciones inexplicables. Este año, con nuevos reclutas y con la exigencia aumentada en todas las competiciones.
La expectativa es que el Newcastle siga disputando los puestos más altos. Como, posiblemente, elemento disruptivo del ‘big six’ un año más. Con una línea evolutiva a sostener en una plantilla llena de líderes y jóvenes.
Entrenador y modelo de juego
Héctor Borges: «La llegada del fondo soberano saudí al Newcastle United trajo consigo un cambio de imagen en el club, empezando por el banquillo. El clásico 4-4-2 de Steve Bruce no iba a funcionar en este nuevo proyecto, así que contrataron a un entrenador que se encontraba libre, que es joven, atrevido y con las ideas claras de lo que quería plantear: Eddie Howe. El hombre que llegaba para salvar al Newcastle United de lo más hondo de la clasificación, en invierno tendría incorporaciones de la talla de Kieran Trippier o Bruno Guimarães, lo que haría que la salvación fuera un reto mucho más fácil que cuando cogió las riendas del cuadro magpie.
En la pasada temporada, el Newcastle United alcanzó un nivel que no había alcanzado en muchos años. Los fichajes de Nick Pope, Sven Botman y Alexander Isak este pasado verano, junto al de Anthony Gordon en el mercado de invierno, hicieron que el conjunto del norte de Inglaterra pueda pelear los puestos más altos de la clasificación con los peces gordos de la Premier League. Un estilo de juego marcado por la intensidad constante, con y sin balón, con un 4-3-3 muy bien organizado donde destaca la importancia del centro del campo, empezando por Bruno, siendo este el futbolista más importante de la plantilla y un reconvertido Joelinton, en una posición que nunca había jugado y haciendo unas labores donde Eddie Howe ha sabido sacar lo mejor del brasileño. Todo esto, sumado a una defensa muy segura, a un Almirón demostrando su nivel más alto y una delantera conformada por Callum Wilson e Isak, que se les caían los goles de los bolsillos, han hecho que el Newcastle United vuelva a la Champions League 20 años después».
Un estilo directo y perfiles muy físicos/verticales, en resumen, la descripción de lo que fabrica Eddie Howe en St. James Park’. Un equipo que cuenta con líderes en cada zona específica y que aún tiene figuras que pueden crecer sobremanera de la mano de su entrenador.
Mercado de fichajes y plantilla
Fichajes: Sandro Tonali (64M€), Harvey Barnes (44M€), Tino Livramento (37,2M€), Yankuba Minteh (8M€), Lewis Hall (cedido con opción de compra).
Salidas: Allan Saint-Maximin (27,2M€), Chris Wood (17M€), Karl Darlow (400m€), Matty Longstaff (libre), Ciaran Clark (libre), Ryan Fraser (cedido), Isaac Hayden (cedido), Jamal Lewis (cedido), Jeff Hendrick (cedido), Harrison Ashby (cedido), Garang Kuol (cedido), Kell Watts (cedido), Yankuba Minteh (cedido).
Las incorporaciones, aunque pocas, refuerzan algunas debilidades de la plantilla en la rotación y aumentan la cantidad de perfiles con los que cuenta Eddie Howe para cambiar planes según los tipos de partidos que se presenten.
Rodrigo González Pascual: «Después de 3 temporadas defendiendo los colores del AC Milan, Sandro Tonali, considerado por muchos como el futbolista llamado a portar el brazalete de capitán de los rossoneri, hace las maletas para poner rumbo a la que, actualmente, es la mejor liga del mundo: la Premier League. Un fichaje que nadie podía llegar a imaginarse cuando se hizo oficial su llegada al Newcastle United a los pocos días de abrir el mercado y, sobre todo, porque el jugador se encontraba inmerso, y ejerciendo como capitán, en el Europeo U-21 con Italia. Su salida de San Siro, pocos días después de anunciarse la de Paolo Maldini de la dirección deportiva, supusieron un golpe durísimo para los de Stefano Pioli. A pesar de los rumores que indican que no se encuentra del todo feliz en St. James’ Park, Sandro Tonali no ha tardado mucho tiempo en empezar a brillar con su nuevo equipo y meterse a la afición en el bolsillo.
Desde sus inicios en Brescia, siempre surgió el debate sobre si Sandro Tonali podría convertirse en el sucesor de Andrea Pirlo. Melena larga al viento, pie exquisito en el balón parado, rango de pase… Sin embargo, estas cualidades sólo mostraban la superficie del juego de Tonali. Características que, evidentemente, compartía con su compatriota, pero no son la base de su juego. De hecho, nada más aterrizar en San Siro y ponerse en el foco de la Serie A, todo el mundo del fútbol se dio cuenta de que aquí se estaba forjando, más que al sucesor de Pirlo, a un nuevo Gattuso. Tonali es todo energía, carácter, liderazgo… un jugador que, si bien maneja bastante bien los tempos de un partido, muere por cada balón en cada jugada. Desde su aparición en el AC Milan, ha teñido diferentes parejas de baile en el inamovible doble pivote que solía plantear Stefano Pioli con su 4-2-3-1. En sus inicios, Frank Kessié era su mayor socio de confianza. El despliegue y la llegada a área rival del costamarfileño provocaba que Tonali se viese obligado a ser el jugador que llevase la batuta del juego y moviese los hilos del equipo, además de ser el escudero que tapase esas incorporaciones al ataque del propio Kessié. Un rol que, por otro lado, no es en el que más cómodo se sintiese. Y lo cierto es que, aquella temporada, mostró sus mejores registros a nivel defensivo en sus 3 temporadas en San Siro. Sin embargo, el peso que tenía en el juego era insuficiente para el potencial que atesoraba el jugador, lo que no le acabó beneficiando para nada en su temporada de adaptación.
Fue al curso siguiente cuando vimos la mejor versión de Tonali, coincidiendo con el asentamiento en el once de Bennacer, destacando también que, con la salida de Calhanoglu, Tonali se convirtió en dueño y señor del balón parado, lo que, lógicamente, se tradujo en una mejora en la creación de oportunidades para sus compañeros. Pero, sin duda, el mayor salto de calidad lo experimentó gracias a la figura del argelino. Destacar que, en ese momento, el AC Milan era un equipo con limitaciones en ataque posicional por la falta de calidad diferencial en los últimos metros, más allá de Leao y Giroud. Sin embargo, el equipo transitaba muy bien gracias a la claridad que le daban esto dos futbolistas en medio campo y cómo lanzaban a sus compañeros en ataque. Es decir, el AC Milan brillaba más siendo reactivo. En este sentido, ahora sería Bennacer el encargado de superar la presión en los primeros metros gracias a su gran capacidad para eludir presiones desde la conducción y el regate corto, lo que abría un gran espacio para que Tonali tuviese más tiempo para recibir de cara y poner a jugar al resto. Esto, a su vez, le permitió ganar altura en el campo y le generó un mayor foco de acción para recoger el testigo de Kessié, siendo ese futbolista que se soltaba un poco más, tanto para apretar a los rivales y ser un perro de presa sin ser un mediocentro tan posicional, como para incorporarse al ataque y pisar área rival. Sin duda, sus registros a nivel asociativo y ofensivo se incrementaron exponencialmente durante la temporada 2021/22. Un centro del campo muy complementario que se convirtió en una de las grandes claves por las que el AC Milan consiguió levantar aquella Serie A.
El aterrizaje de Sandro Tonali en St. James’ Park supone un gran cambio de paradigma en el juego del italiano. Lo primero por modelo de la competición a la que va y, en segundo lugar, por el estilo de juego de su nuevo equipo. La Premier League, más allá de ser la mejor y más exigente liga del mundo, es muy diferente al modelo de partido que suele proponer la Serie A. Y es que uno de los principales cambios a los que va a tener que adaptarse a velocidad de vértigo es el ritmo y la velocidad de juego. Su velocidad mental va a tener que aumentar varias marchas. Sin embargo, si es capaz de cogerle el punto rápido, creo que es un cambio que le puede venir muy bien. Como se ha comentado anteriormente, Tonali no es el jugador más rápido del mundo, pero sí juega a altas revoluciones y tiene mucho carácter dentro del campo, por lo que puede sentirse muy cómodo en este estilo de competición. El mayor cambio, sin ninguna duda, va a ser a nivel de propuesta de juego de su nuevo equipo. El Newcastle de Eddie Howe es un equipo que juega varias marchas por encima de lo que lo hace él AC Milan. Un equipo con mucha más velocidad de balón y más propositivo, pero sin perder un ápice de verticalidad y agresividad en el juego, con y sin balón. A su lado en el medio campo, a nivel de estructura, va a encontrarse a dos brasileños como Joelinton y Bruno Guimarães. El primero, un portero de discoteca en la zona ancha. Disputa cada balón como si fuese el último, aporta despliegue y llegada… El segundo, el centro de operaciones de este Newcastle. El jugador estrella del equipo por el que pasa cada balón en ataque. Tonali, en este sentido, llega para ocupar el puesto de interior derecho que solía ocupar Longstaff en el 4-3-3 de Eddie Howe. Un jugador cumplidor, pero muy limitado con respecto a lo que puede ofrecer Tonali a nivel de registros.
Sin embargo, las sinergias que se producen en la estructura de este Newcastle le van a permitir a Tonali estar más cerca de la base. La polifuncionalidad de Joelinton es clave en este sentido, ya que muchas veces es un jugador que se encarga de actuar como un interior invertido que compense el corto recorrido de Burn por izquierda y, sobre todo, la tendencia interior que tienen los jugadores que suelen caer por esa zona. El curso pasado, sobre todo a final de temporada, fue Isak el que ocupó esta posición y, en el inicio de la 2023/24 está siendo Gordon. Estos ajustes, de una manera de de otra, hacen que en muchas ocasiones el Newcastle pueda estructurarse en una espacie de 4-2-3-1, donde Tonali puede ejercer ese rol de doble pivote que tenía en el AC Milan. En esa sala de máquinas se va a encontrar con el que, actualmente, es uno de los mejores centrocampistas de la Premier League: Guimarães. A priori, una pareja que suena muy bien y que podría ser de las mejores de la competición de cara a esta temporada. Dos jugadores muy complementarios, aunque hay algún asterisco que habrá que matizar. Bruno Guimarães es un prodigio a la hora de jugar de espaldas y saltar presiones rivales, por lo que Tonali va a encontrarse a un socio con características similares a las de Bennacer, pero de un nivel mucho más elevado. Por tanto, ambos pueden complementarse muy bien en la zona ancha. Sin embargo, el brasileño es un jugador mucho más coral. Tiene rango de pase, mueve los hilos del equipo y organiza el juego y, sobre todo, es un jugador al que también le gusta incorporarse al ataque para llegar a la frontal, donde es diferencial frotando la lámpara para filtrar pases o probar disparo.
En este sentido, Tonali y él van a tener que repartirse muy bien el trabajo para no desequilibrar al equipo en medio campo, lo que puede provocar que, quizás, no se le saque el máximo jugo a ambos. Algo parecido a lo que podría sucederle a Enzo Fernández y Moisés Caicedo en el Chelsea. En este caso, los de Stamford Bridge también cuentan con Lavia para equilibrar ese medio campo. El Newcastle no cuenta con ese futbolista en plantilla, pero sí con una línea defensiva asimétrica en la que, normalmente, siempre cuenta con tres hombres atrás. Aún así, esa figura del ancla en medio campo en imprescindible para cualquier equipo de élite. Evidentemente hay mecanismo para corregirlo o minimizarlo, como la asfixiante presión tras pérdida que ejerce el Newcastle. Pero, si la sueltan, el equipo puede quedar totalmente roto y eso, en Europa, se paga muy caro. Por lo que el siguiente punto a analizar de cara a futuros mercados es si Guimarães, Tonali y Joelinton conviven bien juntos, o abría que buscar soluciones que saquen a Joelinton de la ecuación y permitan a Guimarães y Tonali convivir juntos en una altura mayor. Algo que no es un cambio tan sencillo, ya que el perfil de Joelinton, como se ha explicado anteriormente, sigue siendo muy importante en este equipo como interior invertido, algo que no pueden ejecutar ni Tonali ni Guimarães. En este sentido, el crecimiento y evolución de Lewis Hall en el puesto de Burn marcarán muchos de los próximos pasos que podría dar este Newcastle. Pero, por el momento, tanto Bruno Guimarães como Sandro Tonali son dos piezas que podrían dominar en la Premier League, ya que pocos equipos cuentan actualmente en sus filas con dos futbolistas de semejante calado en mediocampo, y que, sin ninguna duda, deben ser los cimientos sobre los que se asiente este Newcastle en su viaje por la UEFA Champions League».
Lewis Hall, como joven prometedor del Chelsea y uno de los laterales izquierdos con mayor potencial en el fútbol europeo, irrumpe en St. James’ Park para brindar su sensibilidad con balón y proyección ofensiva. Hall, por sus dotes formativos de interior/volante, puede ser lateral invertido; aunque con Trippier como lateral alto, es difícil encontrar un equilibrio. Quizá pueda suplir a Joelinton ocasionalmente, y actuar como centrocampista cerca de Guimarães. Lo garantizado es que veremos muchos minutos suyos, y será una de las revelaciones de esta Premier.
Entre los destacados, el nombre de Kieran Trippier es importante en los magpies. De los primeros en la renovación del plantel con Eddie Howe y conocedor de la Premier League como la palma de su mano. Un corredor con chispa de carrilero por su buen pie, y una vía para crear acciones de gol mediante su trabajo en ángulos asistidores. Un gran socio para Almirón en banda derecha, y para Isak en la punta de ataque.
Con Botman-Schär en la línea defensiva y Nick Pope bajo palos, el Newcastle tiene un cerrojo cerca de su área. Aunque Pope no cuente con herramientas para aportar a la construcción, más allá de su desplazamiento en largo, es un seguro atajando. Botman y Schär se encargan de replegar y cumplir, sobre todo, zonalmente sin balón, uno sorpresa la temporada pasada y otro ya es garantía de Premier hace varios años.
Arriba, Alexander Isak debería dar un salto de cifras goleadoras. Por elasticidad y potencia, es un delantero apto para cargar con los momentos importantes del Newcastle en el último tercio. Diez goles en 22 partidos es la cifra a superar, ya anotó dos en el inicio de esta temporada… el sueco tiene aún mucho por explorar y potenciar de su perfil.
Las llegadas de Tino Livramento y Harvey Barnes trabajan la rotación para congeniar con la Champions League y la consolidación del modelo de juego; perfiles verticales y de esfuerzos, además de tener talento superlativo por descubrir (Livramento) o facilidades para materializar ocasiones (Harvey Barnes, como el año pasado en el Leicester). Con la necesidad de darle regularidad a Anthony Gordon por la promesa que significa y la apuesta que se hizo por él en su día, hay piezas ofensivas para variar y presentarse ante distintos contextos de partido.
Once tipo
LLDLT | Alexis Guanchez