Arsenal | Guías de la Premier League 23/24

Con el mercado de fichajes ya cerrado, se puede intentar descifrar algunas claves y expectativas del Arsenal en la Premier League. A modo de previa de la temporada, esta guía se basará en indagar en cuatro aspectos importantes del club a la hora de afrontar uno de los torneos más vistosos del mundo del fútbol.

Contexto y objetivos

El reciente subcampeón de la Premier League. Campeón vigente de Community Shield. El club que casi logra lo imposible: ganarle una liga al imparable Manchester City de Pep Guardiola. Un proyecto ambicioso como pocos, que incrementó revoluciones increíblemente la campaña pasada.

Kako Alonso: «El Arsenal de Arteta entra en un nuevo año de proyecto tras una temporada 2022/23 de mucho aprendizaje y avance. Este Arsenal hace años que luce buen juego, un modelo asentado y talento correspondido, pero quizás el factor competitivo le separaba de grandes realidades. El fútbol premia la soberbia de no solo ser bueno, sino además saberlo y transmitirlo al rival. Los de Arteta permanecieron durante meses liderando la Premier League, y las lesiones junto a un natural factor emocional acabaron por dejarse arrebatar el título. ¿Decepción? Pues sí. ¿Golpe de efecto de proyecto? También. Aquello supuso hacer ver que el Arsenal sabía estar, pero debía madurar el factor competitivo. Fue una muestra de que el nivel ya existía, y que lograr girar la narrativa para que fuera el Manchester City el que pudiera ‘dar la sorpresa’ suponía un giro de 180 grados del club.

De cara a esta temporada 2023/24, el Arsenal empezó tocando metal en Wembley ante el reciente campeón del triplete. Momentos grises, algunos brillantes, pero una resistencia psicológica severa. El equipo nunca cayó, como también ocurrió ante el Manchester United en el Emirates. Rice y Havertz suponen variaciones en una estructura que ya era óptima. Arteta está inviertiendo en el segundo como interior izquierdo, y más allá de obtener rédito inmediato, es importante percibirlo con mira al medio-largo plazo en pro de añadir un factor de imprevisibilidad al equipo. Este Arsenal será mejor, no cualitativamente (que ya lo es), sino porque lo será de más formas. No nos sorprendamos si hay un buen papel en Champions League (pese a volver tras varios años fuera), pues el proyecto vira hacia preparar grandes escenarios. Capas y más capas en pro de elevarlo a poder mirar a los ojos a los ‘cocos’ europeos.

¿En Premier League? Recoger lo sembrado el curso pasado y volver a permanecer arriba. No es cuestión de haber llegado en primera instancia, sino de mantener la constancia para ser ‘fijo’ en la pelea por el título. Aquellos ingredientes requeridos ya están. Parece vacío, pero el tiempo separa a este Arsenal de tocar el cielo. El proceso está en estado muy avanzado. Este curso veremos la capacidad de abarcar todas las competiciones de la más alta élite, además, sustentadas gracias a la profundidad de plantilla, no solo a nivel cuantitativo, sino sobre todo cualitativo. Más allá de ampliar o mantener numéricamente plantilla, la hay mejor. Optimismo, pese a haber atravesado un inicio de dudas. Este Arsenal no es peor, pero está intentando poder también ser diferente. Que no haya un único Arsenal, pese a mantener las raíces».

A inicios de la 22/23, la expectativa era que los gunners se asentaran en los primeros cuatro puestos, pero el hambre y la calidad dinamizaron los objetivos. Ahora el Arsenal es un equipo de clase mundial, que debe optar por todo. Competir, más allá de que la pelea sea dura. Un plantel potencial para dar lucha en todas las competiciones, pero que debe esperar a que nuevos mecanismos se refuercen y a sentir el desgaste de la exigencia de Champions League.

Entrenador y modelo de juego

Arsenal
Mikel Arteta, entrenador del Arsenal FC. (Photo by Clive Mason/Getty Images)

Mikel Arteta. Como un sueño inalcanzable: ex-jugador y leyenda del club, pupilo de Pep Guardiola y el principal protagonista del auge estelar del proyecto. El tercero post-Arsène Wenger, y el único que ha podido alcanzar un grado de inspiración similar a la afición desde que el francés abandonó el Emirates.

Jorge Vicente: «Países como China, Inglaterra o Grecia se jactan de haber inventado el fútbol, pero me cuesta no imaginar a los homínidos de la Etapa Lítica peloteando una piedra hasta descubrir su verdadera potencialidad. Hicieron de ella su punta de lanza, como luego los romanos las calzadas o los musulmanes sendas preciosas y minuciosas construcciones. El medio natural, tan enigmático como rocambolesco, ha visto cómo un diacrónico ser humano iba acertando sus acertijos en el llamado camino de la evolución. Esa primera condición salvaje, prosaica e impulsiva del ser humano se esconde hoy detrás de una sosegada pose que razona, construye y debate. Puestos en esta tesitura, ¿qué hay capaz si no el fútbol de hacer vibrar a ese neandertal que todos llevamos dentro? Por ello, repito, soy incapaz de pensar que el hoy llamado deporte rey, federado, profesionalizado y comercializado por todas partes pero que en su esencia no deja de ser un simple juego, se trate de una creación cuerda del hombre, pues responde a los más tribales instintos. Las pinturas rupestres eran en realidad formaciones, bocetos tácticos de la época. Hay quienes consideran el fútbol como una religión en sí mismo, asistido por profetas, mesías, apóstoles o incluso dioses y fundidas las páginas de su Biblia particular en pases magníficos y gambetas casi místicas, difíciles de creer. De esa fina línea que separa la divinidad de la humanidad, de esa cesura de donde emanan el talento y todo el resto de intangibles que nos permiten ser, viene Mikel Arteta.

Arteta llegó a la dirección técnica de un Arsenal a la deriva, carcomido por titiriteros que jugaban a los intereses con el club y por un rendimiento deportivo cada vez más preocupante. El legado de Arsène Wenger pesaba, y Mikel pronto comenzaría a ser empujado hacia la plancha del barco. Sus intenciones eran ambiciosas, benévolas, pero necesitaba bastante tiempo, algo inadmisible en una sociedad que no se detiene ni para respirar. Su intelecto y su trayectoria, entre la que encontramos su paso por el propio Arsenal como jugador o su estancia en el staff técnico de Pep Guardiola en el Manchester City, le dotaron de una visión futbolística prodigiosa, de una cálida y cercana pero también tajante sensibilidad moral y de un profundo sentimiento enraizado en Londres. Arteta entendía de dónde venía el Arsenal, dónde estaba y dónde debía estar.

Durante su primera temporada y media, Arteta se encontraba ante un Arsenal algo rudimentario en términos de plantilla. Con el apoyo incondicional de Edu Gaspar, también exjugador y actual director deportivo del club y también criticado hasta la saciedad, poco a poco fue Mikel estableciendo su seno de jugadores y perfiles, que no solo debían responder a determinadas cualidades y demandas futbolísticas; su mentalidad, personalidad y moralidad también jugaban (y juegan) papeles muy importantes. De ahí que hoy se respire tan buen ambiente en London Colney. Arteta no quiere cínicos ni ególatras narcisistas; quiere buenos chicos con una cabeza ambiciosa y amueblada que estén alineados con la propia cultura del club, que entiendan sus valores. Así, Arteta formó y mejoró a muchos de sus futbolistas. Fichó, no exento de críticas y blasfemias, y fue construyendo su modelo, fue dominando partidos, fue reuniendo adeptos para su causa particular y fue mostrando al mundo todo lo que aún estaba por mostrar. No obstante, la —tediosa— opinión pública continuaba colgándole el cono de la vergüenza al Arsenal. Tuvo que ser, en efecto, el materialismo histórico el encargado de desempañar un poco las lentes populares después de que Arteta y sus muchachos casi alzaran la Premier League 22/23 al cielo de Londres. Pero sigue habiendo hostilidad en el horizonte. Llámese envidia, llámese dogmatismo o llámese ignorancia: el ruido sigue merodeando cual tiburón en el Mar Rojo.

—Ladran, Edu, señal que cabalgamos— le dijo Arteta a su mano derecha».

En este Arsenal, Arteta aplica un 4-3-3 asimétrico sobre el papel, que traspone a 3-box-3 a la hora de atacar, con la unión de uno de los laterales a la zona medular, usualmente Zinchenko (o Partey, últimamente), con el fin de generar superioridades por dentro, aprovechando las sensibilidad de uno de sus laterales con el balón en los pies. Un equipo que defiende muy bien a campo abierto y que arriba es pura dinamita.

Mercado de fichajes y plantilla

Fichajes: Declan Rice (116,6M€), Kai Havertz (75M€), Jurriën Timber (40M€), David Raya (cedido con opción a compra).

Salidas: Folarin Balogun (35M€), Granit Xhaka (15M€), Matt Turner (8,15€), Auston Trusty (5,8M€), Pablo Marí (4,9M€), Nuno Tavares (cedido con opción a compra), Kieran Tierney (cedido), Ainsley Maitland-Niles (libre), Marquinhos (cedido), Arthur Okonkwo (cedido), Rúnar Álex Rúnarsson (cedido).

Un Arsenal casi campeón que, realmente, necesita pocos retoques para ser un equipo preparado para la élite europea y la máxima exigencia semana a semana. La 22/23 demostró que el talento que constituye la nómina y la personalidad de cada dirigido de Mikel Arteta es única. Pocos clubes en el planeta gozan de tanta magia joven.

En ese orden de ideas, los gunners se han reforzado en vista de elevar un poco el “techo” y mucho el “suelo” del equipo, incorporando cromos versátiles para otorgar profundidad y competitividad a la rotación, además de ser futbolistas que resaltan con el balón en los pies, lo que seguirá potenciando su juego.

Entre las cuatro llegadas, la de Declan Rice se lleva todos los focos. El inglés es el jugador inglés más caro de la historia y por su ficha también pujaba el Manchester City, muestra de su perfil preponderante. Un jugador que permite modificar y liberar un poco del plan de juego mediante características inusuales en el planeta. Rice es especial.

Arsenal
Declan Rice, nuevo fichaje del Arsenal. (Photo by Mike Hewitt/Getty Images)

Adrià Jiménez Muñoz: «La llegada de Declan Rice al Arsenal obedece a la intención de Mikel Arteta de desbloquear el siguiente nivel en el equipo. Un paso más para acercarse a esa plantilla capaz de jugar varios partidos dentro de uno mismo, con una pólvora ofensiva que solo un centrocampista de la calidad defensiva del inglés puede permitir.

Para entender el fichaje del ex-jugador del West Ham, uno tiene que mirar a Thomas Partey. El ghanés, pivote del Arsenal estos últimos años, ha sido uno de los mejores en su posición. Eso sí, siempre desde un estilo de juego vertical, ofensivo, que lleva muchas veces a errores y caos. Y es en esa tendencia a la agresividad en el juego en la que Mikel Arteta ha querido echar el freno. El atrevimiento para los de arriba, parece pensar.

Declan Rice es un futbolista con capacidad para cubrir mucho terreno. Desde lo físico, pero también con balón gracias a su capacidad para desplazar y conducir. Su sola presencia sirve para que el equipo deje de tener la necesidad de situar a un interior más equilibrador (Granit Xhaka) para, como decía al inicio, destapar el tarro de las esencias ofensivas. Y es ahí donde coge más sentido otro de los fichajes del Arsenal en este mercado: Kai Havertz.

Que el alemán pueda ser el interior izquierdo del Arsenal solo se entiende porque detrás estará la escoba Rice para barrerlo todo. Presencia, físico y liderazgo también desde lo mental, pues lleva la capitanía bordada en el brazo desde que nació».

Declan es una herramienta invaluable para transformar y desarrollar el modelo de juego de Arteta. Ahí entra Kai Havertz, que, si bien puede actuar como delantero centro por su dominio físico y su lectura privilegiada, es una incorporación cuya intención apunta a ser la de encajarlo como interior izquierdo. La incertidumbre es que el alemán no puede replicar un rol tan responsable defensivamente como el de Xhaka, y ahí debe entrar la libertad que brinde Declan Rice.

También hay que pensar en la profundidad y variantes que brindan los refuerzos. Havertz, ingresando por cualquier arista de la parcela ofensiva. Lo mismo sucede con Jurriën Timber, un jerarca con el balón en los pies, que sabe conducir y tiene una emocionante capacidad pasadora; una figura excelsa para la fase de inicio, que puede irrumpir en cualquiera de las cuatro plazas defensivas, porque se adapta a cualquier ángulo. Made in Ajax, con una filosofía implantada que le gustará a Mikel Arteta.

Declan Rice, Kai Havertz y Jurriën Timber, los primeros tres fichajes del Arsenal este verano. (Photo by GLYN KIRK/AFP via Getty Images)

Por otro lado, la cesión de David Raya opta por elevar a sobremanera la competencia bajo palos. En este caso, la dirección deportiva se hace con un especialista top en la construcción, pues el español es uno de los mejores guardametas a la hora de participar en la salida de balón.

No obstante, Aaron Ramsdale es un líder en portería. Un seguro y que ya conoce la casa. Ahora, el británico tendrá mayor presión sobre sí mismo, así que el hambre debe aumentar y es evidente que el margen de error disminuye con Raya pisando sus talones. Será un duelo decisivo entre ambos.

Si bien este Arsenal está repleto de estrellas, hay una figura esencial en cada línea, cuyo papel y estado de forma condicionará excesivamente el dibujo de Mikel Arteta.

En la retaguardia, William Saliba será crucial un año más. El pasado curso su vuelta de cesión fue como un fichaje estelar para los gunners, y su rendimiento sorprendió a la afición. El francés es el defensor más contundente y voraz en campo abierto en la nómina, y posiblemente en toda la Premier League. Esta es su campaña de consagración como uno de los mejores del circuito europeo. Con White y Gabriel a los lados, buenos acompañantes con balón, constituyendo una defensa de piedra para este Arsenal.

En la zona medular, con la cinta de capitán e incidiendo en ataque frecuentemente, Martin Ødegaard es un virtuoso único. Con 23 años se ha llenado de jerarquía y posicionado como un volante excesivamente influyente en la circulación del juego y en la producción goleadora. 15 goles y 8 asistencias, sumada a su técnica inigualable. Siendo el hombre definitivo de Mikel Arteta, lleno de personalidad y superioridad para mostrarse como uno de los mejores activos de todo el torneo.

Más adelantado, Bukayo Saka es un elegido. Extremo derecho clase mundial con apenas 21 años. Desparpajo y cabeza fría con el balón en los pies. Un impacto magno cada vez que el esférico pasa por él. Escurridizo y astuto al espacio, en lo asociativo o en zona de remate. Una joya invaluable, que rompe con cualquier paradigma de la posición. Siendo quien equilibra el caos de Martinelli al otro lado, que se lleva la mayoría de acciones, con Saka más discreto.

William Saliba, Martin Ødegaard y Bukayo Saka, futbolistas del Arsenal. (Photo by Ryan Pierse/Getty Images)

Once tipo

El once tipo del Arsenal. (La Pizarra del Míster)

LLDLT | Alexis Guanchez

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